XI (sobre hoy en EE.UU.)

Si uno no atendiera y no fiara a más canales de información que los audiovisuales mainstream, estaría más que boquiabierto ahora con la disputa milimétrica por la presidencia de Estados Unidos. Sin ir más lejos, el contenido audiovisual de plataformas como HBO, Netflix y Movistar+ te llevaría a pensar que a nadie en su sano juicio se le va a ocurrir votar por la candidatura Trump-Pence, sin embargo, ahora mismo, y según la inclinación de los contenidos de dichas plataformas, o bien más de sesenta y cinco millones de estadounidenses tienen graves distorsiones en sus valores cívico-morales (y deberían ser enmendados de inmediato por un equipo de psicólogos demócratas), o estas plataformas caen en la tergiversación, y en sus documentales y miniseries (lanzado todo en masa en la ultima semana) solo se muestran las bondades de la orilla demócrata, de los regazos de H. Clinton y Biden. Con esto, uno puede llegar a pensar fácilmente, desde su sofá burgués y europeo, que lo de 2016 fue un despiste y que a estas alturas será una minoría la que quiera de nuevo a Mr. Trump. 

Es verdaderamente fácil dicho destino miope y polarizado de los acontecimientos si vemos Hillary, que blanquea y beatifica sin miramientos a la de Chicago; o si vemos Trump vs. Biden pensaremos que el segundo es todo integridad y redención; o si vemos ¿Está realmente loco Donald Trump? pensaremos que Donald Trump está realmente loco, e igual pensaremos si vemos Donald Trump en tuits, El efecto Trump, El mundo según Trump o Por encima de la ley: Trump y el FBI; o si vemos el reportaje de Jon Sistiaga Estados Desunidos confirmaremos que el reportaje ha sido solo una excusa para largarse allí y conducir como un puto loco un Chevrolet negro tipo servicio secreto, porque las preguntas que hace entrañan una conversación más simple y predecible que una piedra.

Si solo viéramos esto, no podríamos entender qué está pasando hoy en EE.UU. Estas plataformas "progresistas" te nutren de contenido fácil haciéndolo pasar por contenido crítico, sin embargo, no arremeten ni tan solo un poco satíricamente con nadie del partido demócrata, y la enunciación de los títulos y el tono de dichos programas es en el fondo aseverativo, de modo que sientan cátedra y hacen que se de una postura de "esto está hecho, porque es evidente que Trump está loco"; una postura que, fuera de su propia burbuja (que se inclina tenebrosamente por igual hacia la tergiversación que hacia la candidez), no es real, y más de sesenta y cinco millones de estadounidenses votaron ayer Trump-Pence. 

El último gran ejemplo de esta tenebrosa asociación de tergiversación y candidez de las orillas progresistas de la ideología la encarna la casi comedia y casi drama El juicio de los 7 de Chicago (Sorkin, octubre de 2020), donde más allá de hacer una lectura crítica se aboga por dar por sentados ciertos valores y arremeter contra los contrarios vía humor y sensacionalismo, pues se ridiculizan las ideas conservadoras (tergiversación: solo lo otro es malo siempre) porque se da por hecho que es una locura pensar lo contrario (candidez: me vasta con el humor porque solo lo mío es serio y así lo creemos casi todos).


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