X (sobre el clickbait y El País)

El 25 de octubre de 2020 El País publicaba en su web el siguiente titular: "España, en Estado de Alarma". A estas alturas todos sabemos qué supone el clickbait como ciénaga lingüístico-moral, y a estas alturas rondaba sobre todo los bajos fondos de las webs ─o la cabecera de medios basura─, pero de un tiempo no muy lejano a esta parte se incorpora poco a poco al lenguaje de titulares de transcendencia en medios que, tanto para bien como para mal hoy, también son de transcendencia. El ejemplo que se pone es evidente: no tiene sentido que un periódico español se refiera a España como si fuera esta algo ajeno, distante; sería totalmente entendible que, por ejemplo, ─y así ha sido─ The Guardian publicara "Spain declares Covid state of emergency" o que The New York Times publicara "Spain Declares State of Emergency and Set Nationwide Curfew", pero lo que ha sucedido en El País no tiene ni pies ni cabeza desde un punto de vista pragmático, ¿o es que acaso se escribe El País desde una luna de Saturno?

Es preocupante todo esto, es preocupante que una redacción periodística emplee estos términos apositivos para con la nacionalidad en la que se integra, pues evidencia a las claras distanciamiento, elitismo y, por ello, frivolidad y una oscura indiferencia: es evidente la estrategia deshonesta, en la que se informa de un hecho pésimo mediante la fórmula lingüística más bruta, pensando más en el aprovechamiento del click que en enunciar al lector una información de forma mesurada, e igualmente efectiva. Titulares moral y pragmáticamente más adecuados habrían sido, simplemente, "En estado de alarma", "Es decretado el estado de alarma" o "El gobierno decreta el estado de alarma", porque el lector mayoritario de dicho titular será español y entenderá a las mil maravillas dónde ese estado de alarma aun sin más precisiones y qué y de dónde ese gobierno. Es, al menos desilusionante pensar que en la redacción del El País han creído conveniente dar un exceso de pistas a sus lectores en este sentido, como si estuvieran abducidos o cegatos y lo necesitaran todo demasiado cristalino, demasiado fácil, muy muy masticado, como se le suministran las cosas a un niño o a un enfermo.